Esta caja es muy especial y la entrada también será diferente, os dejo el comentario de la persona que me hizo el encargo y que he llevado a cabo con la ayuda de mi chico.
Igual os resulta un poco largo de leer, pero para mí transmite lo que se siente al poder recuperar un objeto que ha sido utilizado por un ser querido.
La caja estaba un poco deteriorada por el paso del tiempo pero nos pusimos manos a la obra.
- Un buen fregado para quitarle la suciedad, una buena "sobredosis" de anticarcoma y también inyectado en los agujeros con ayuda de una jeringuilla y al congelador envuelta en plástico, unas semanas.
- Lija en abundancia para quitarle todo el barniz que tenía.
- Un tinte al agua para darle un poquito de color.
- Varias capas de barniz mate incoloro.
- Para la base de la caja, en el interior, utilizamos uno de los periódicos que había dentro, como era antiguo nos pareció buena idea. Con mucho cuidado para que no se rompiese lo pegamos en un cartón fino y después a la madera.
- Y ahora viene la limpieza de los utensilios. Aprovechamos que había algunas partes superiores de cajas de las navajas o la máquina de cortar el pelo y le hicimos la parte de abajo en cartón y así se podían guardar con mayor facilidad. También forramos la caja del utensilio para afilar que estaba deteriorado, pero de eso no tengo foto.
Y ya no os canso más, os dejo las fotos
Antes
Después
" Mi abuelo nos dejó muy pronto. Tan pronto que no llegó a conocer a su nieta más pequeña. Mi madre siempre nos ha contado que su padre fue un hombre muy cariñoso y muy trabajador, De hecho, durante su vida desempeñó varios oficios. Uno de ellos fue el de peluquero. Hace unos años, en la casa del pueblo encontramos su maletín de trabajo. Un maletín de madera, con peines, navajas de afeitar, jabones, etcétera. Casi todo estaba en buen estado, las navajas tenían mucho óxido. Pero el maletín estaba muy estropeado, con carcoma y con una zona de madera levantada. Mi madre lo limpió y lo guardó en casa pero no sabía como arreglarlo. Y aquí entra Paqui. Hable con ella, le conté lo que este maletín significaba para mi madre y le pedí que lo restaurasen. Paqui y Jose no solo restauraron el maletín de una forma espectacular, salvaron la madera y lo arreglaron que que perdiese un ápice del lustre antiguo que tenía. Además limpiaron las navajas y usaron algunos periódicos viejos que había entre los utensilios para forrar el maletín por dentro. Solo tenéis que ver las fotos para ver el trabajo realizado.
Las pasadas Navidades se lo entregamos a mi madre, ella no sabía nada de este proceso y fue una enorme sorpresa. Se emocionó muchísimo y puedo rememorar a su padre con ese maletín entre las manos. Gracias a este trabajo mi madre podrá seguir conservando estos recuerdos sin miedo a que la carcoma lo destruya o se dañe al manipularlo."
Un orgullo poder haber contribuido a conservar este bonito recuerdo.
Y eso es todo por hoy. Espero que no os haya parecido muy larga la entrada.
!Hasta pronto¡
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